El Método y la noción de análisis en Russell (II Parte)
*Álvaro Carvajal Villaplana
(c) El tercer periodo (segundo según los apuntes de clase de Camacho) corresponde al atomismo lógico 1913-1931. Desde la perspectiva de quien escribe, realmente pueden hallarse varias subetapas en este periodo (Carvajal, 2010). Se destaca el realismo extremo, el que puede presentarse en una versión ingenua: el atomismo lógico. Por otra parte, el atomismo lógico en sentido estricto puede llegar hasta 1921. Luego deviene un periodo fenomenista que llega hasta 1940 en el que comienza a abandonar el atomismo lógico de manera paulatina. Por su parte, Rodríguez indica que el desarrollo del método tiene su fin en 1948. Así que las fechas solo indican momentos aproximados.
Según Camacho en esta etapa es donde se combina lógica + vocabulario (análisis reductivo) cuya referencia es la realidad, esto con el propósito de encontrar la estructura básica de la realidad. Según Camacho, Russell emprende una búsqueda de la contraparte real para las siguientes nociones del cálculo lógico: variables proposicionales, operaciones con negación y conectivas, variables individuales, variables de predicado y descripciones definidas. Puede afirmarse que domina el principio de verificación y el isomorfismo entre las premisas y los hechos.
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En el 2004, en un texto denominado El Círculo de Cartago. Remembranzas, (1) se decía que:
“En la primera época, el Círculo intentó llevar su mensaje a un auditorio mucho más amplio. Prueba de ello es que en su organigrama fundacional aparece un “secretario de relaciones internacionales”. Pero también tuvieron en mente el contexto nacional. Por ello mantuvieron un programa radiofónico en la emisora católica, Radio Fides, aunque entiendo que por un tiempo relativamente corto.
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Ciento cincuenta aniversario del Origen del hombre de Carlos Darwin (#)
*Guillermo Coronado
En este 24 de febrero del presente año, se cumplen 150 años de la aparición del libro de Carlos Darwin El origen del hombre, 1871.(1) Libro que completa la doctrina de Darwin sobre la evolución de las especies, no solamente con el tratamiento del ser humano, excluído de su obra fundamental de 1859, El Origen de las Especies, por razones estratégicas, sino porque le permite presentar y desarrollar otro mecanismo de la evolución, la evolución ligada al sexo.
En su Autobiografía (2), Darwin se refiere a El origen del hombre, en los siguientes términos. “El origen del hombre se publicó en febrero de 1871. Cuando me convencí, en el año 1837 o 1838, de que las especies eran producciones naturales no pude evitar pensar que el hombre ha de estar sometido a la misma ley. Así pues, acumulé notas sobre el tema para mi propia satisfacción y, durante mucho tiempo, sin ninguna intención de publicarlas. Aunque en El origen de las especies no se trata la derivación de ninguna especie en particular, creí conveniente añadir, con el fin de que ninguna persona honrada me acusara de ocultar mis puntos de vista, que la obra en cuestión “tal vez arrojara algo de luz sobre el origen del hombre y su historia”. Habría sido inútil y perjudicial para el éxito del libro alardear de mi convicción respecto a su origen sin aportar ninguna prueba”. (Auto, 135).
Continuar leyendo “Ciento cincuenta aniversario del Origen del hombre de Carlos Darwin (#)”La interpretación inductivista del experimento de Oersted
Agradezco al profesor Luis Guillermo Coronado por haberme proporcionado una copia del extracto de la serie de experimentos de Oersted publicado por Morris H. Shamos en Great experiments in Physics.
- Presentación del experimento
El 21 de Julio de 1820, Oersted (1777-1851) hizo circular una carta en la que relataba los resultados de una serie de experimentos realizados durante el invierto de 1819-1820 relacionados con la interacción entre la electricidad y el magnetismo. Describe el arreglo experimental cuyos componentes principales son: un instrumento galvánico, una aguja magnética y el material conductor (cable u otros). Ante la presencia de varios respetables testigos hace pasar una corriente eléctrica y registra el movimiento de la aguja magnética un concordancia con el conocimiento que sobre el magnetismo se tenía en ese momento. Fue evidente para todos que la aplicación de una corriente eléctrica y hacerla pasar por los receptores de cobre generan un efecto magnético, es decir, un movimiento de aguja magnética claramente detectable. El ángulo de “inclinación” de la aguja depende de algunos factores, pero en distintas condiciones experimentales, el efecto es clara y unívocamente atribuible al paso de la corriente eléctrica.
- La interpretación inductivista del experimento
Quiero presentar dos posiciones inductivistas en relación con el experimento de Oersted.
2.1. El inductivismo radical
Carl Hempel en su obra Filosofía de la Ciencia Natural (1985) analiza la propuesta de A. B. Wolfe, un filósofo social y economista el cual, en 1924, presentó la siguiente descripción de la forma de proceder el científico:
Si intentamos imaginar cómo utilizaría el método científico… una mente de poder y alcance sobrehumanos, pero normal en lo que se refiere a los procesos lógicos de su pensamiento, el proceso sería el siguiente: En primer lugar, se observarían y registrarían todos los hechos, sin seleccionarlos ni hacer conjeturas a priori acerca de su relevancia. En segundo lugar, se analizarían, compararían y clasificarían esos hechos observados y registrados, sin más hipótesis ni postulados que los que necesariamente supone la lógica del pensamiento. En tercer lugar, a partir de este análisis de los hechos se harían generalizaciones inductivas referentes a las relaciones, clasificatorias o causales, entre ellos. En cuarto lugar, las investigaciones subsiguientes serían deductivas tanto como inductivas, haciéndose inferencias a partir de generalizaciones previamente establecidas (citado en Hempel, 1985, pag. 27).
Aunque antigua, representa bien una forma de pensar sobre la ciencia que escuchamos una y otra vez a los estudiantes que ingresan a las carreras de ingeniería, con la excepción de “una mente de poder y alcance sobrehumanos”. Su introducción está claramente motivada por uno de los grandes problemas del inductivismo y que tiene que ver con el límite temporal en la observación y el registro de “hechos”. Imponer un límite es arbitrario.
Cuando analizamos la serie de experimentos de Oersted desde esta posición, lo primero que concluimos es que Oersted no es un buen científico: no cumple con los pasos requeridos por el método. Primero, debió comenzar por la enumeración exhaustiva de los “hechos”. Segundo, debió haber presentado el análisis, la comparación y la clasificación de los “hechos” requerido por el paso segundo. Tercero, tampoco presenta las generalizaciones inductivas o causales a las que llega. El relato de Oersted se sitúa en paso cuarto y de manera imperfecta, según lo requerido por todo el método.
La utilización de esta propuesta para explicar el desarrollo de la ciencia conlleva una drástica revisión y reconstrucción de la historia de la ciencia en la que, una parte importante, sino todos los hitos en el desarrollo de la ciencia no reunirían los estándares de este método y, por tanto, no calificarían como conocimiento científico. En el caso de Oersted hay una búsqueda intencional, una interrogación intencional a la naturaleza, una conjetura a priori, prohibida por este método, sobre la interacción entre electricidad y magnetismo; conjetura ésta que deriva de una visión filosófica que se remonta a Descartes y a Leibniz, al menos. En Oersted tiene antecedentes más inmediatos en las propuestas de Kant, Fichte, Schelling y Vitter. Esta búsqueda intencional no es racional bajo el inductivismo radical que hemos citado.
2.2. Uso de la inducción
Sin embargo, encontramos “elementos inductivistas” en dos momentos, al menos: en la determinación de los materiales conductores de electricidad y en la determinación del efecto magnético según la distancia que se coloque el material conductor. En ambos casos, el uso de la inducción tiene sentido en el proceso general de descubrimiento y en la determinación del contenido empírico de una hipótesis. En el primer caso, la hipótesis podría ser: “Para todo x, Si x es conductor eléctrico, entonces, producirá el efecto y”. Desde luego, el modus tollendo Tollens (MT), como recurso lógico, se utiliza para descartar ciertos materiales como conductores. En el segundo caso, Oersted muestra que la intensidad del efecto magnético varía de forma inversa y proporcional a la distancia en la que se coloque el cable que se utiliza como conductor eléctrico. Ubica el cable a diferentes distancias y determina que la ubicación a ¾ de pulgada produce un ángulo de 45°, pero que éste comienza a decrecer a distancias mayores. Pero agrega que esto depende “de la eficiencia del aparato”. Así pues, la inducción es una parte de las herramientas que utiliza el científico en la investigación científica, pero en ningún momento es EL MÉTODO.
HANS CHRISTIAN OERSTED. Breves notas biográficas
*Guillermo Coronado
En la ciudad de Rudköbing, capital de la isla de Langeland, Dinamarca, el 14 de agosto de 1777, nace Hans Christian Oersted, hijo de un boticario quien además de estudios en farmacia, posteriormente se interesa en las ciencias químicas y físicas, en especial en el contexto de las interrelaciones entre fuerzas. Esto último por influencia de la filosofía de Immanuel Kant (1724-1804) y de la filosofía de la naturaleza alemana de ese entonces, desde la perspectiva teórica por una parte, y de las investigaciones experimentales en el magnetismo y la electricidad, por la otra.
En 1794 ingresa a la Universidad de Copenhague, en la que realiza estudios de farmacia, graduándose con honores en 1797. Dicha universidad era la única de Dinamarca en ese entonces había sido fundada en 1479. En ella, Oersted siguió estudios de medicina, física y astronomía y filosofía. En 1799, culmina sus estudios doctorales, con una tesis sobre la importancia de las ideas del filósofo alemán Kant para el estudio científico de la naturaleza.
Su interés en torno a Kant, se manifiesta en el año anterior a su graduación doctoral, pues en 1798, Oersted aparece en el comité de redacción de una revista dedicada a la difusión de las ideas kantianas.
Todo esto lo marcará más como un filosófo de la naturaleza que un estricto científico, lo que resultará negativo para su primer intento de ingresar como docente a la Universidad en 1803, pues se le rechaza por ser más filósofo que científico y el puesto por el que optaba era en ciencia, esoecíficamente en física.
Finalmente, gracias a sus actividades de investigación en los campos de la electricidad y el magnetismo, conferencias y viajes, será nombrado profesor extraordinario en física el año de 1806 y finalmente en 1817, profesor ordinario. En 1813 publicará sus Investigaciones sobre la identidad de las fuerzas químicas y eléctricas, en alemán y luego traducida al francés. En este texto, Oersted asume la interrelación de las fuerzas en el espíritu del kantismo y la filosofía de la naturaleza alemana. Pero ello es un enfoque especulativo. Posteriormente ofrecerá, con su famosa experiencia de 1820, una demostración experimental. Pero su estudio detallado queda para nuevas entregas de esta serie de breves ensayos.
A partir de 1800, y con la intención de forjar una carrera académica en ciencias, Oersted viaja por Alemania, Francia, Holanda, y tiene contactos con filósofos como Johann Gottlieb Fichte (1762-1814) y Friedich Wilhelm Joseph Schelling (1775-1854) representantes de la filosofía de la naturaleza alemana. Y motivado por el gran invento de la pila de Volta y su impacto en la investigación eléctrica. con científicos como el Conde Rumford (Benjamin Thompson de la colonia norteamericana de Massachusetts)(1753-1814) gran crítico de la teoría del calor como fluido y proponente de una teoría cinética del mismo y en Jena con el físico alemán Johan Wilhelm Ritter (1776-1810), dedicado a la llamada electroquímica, que anticipó algunos de los famosos desarrollos del químico inglés Humprey Davy(1778-1829) en ese campo. Estos viajes y sus correspondientes contactos con destacados personajes conformaban un elementos crucial en la formación de los jóvenes intelectuales.
Después de su nombramiento como profesor extraordinario, entre 1812 y 1813 vuelve a Alemania y Francia. Durante este viaje es que aparece su libro antes citado. Se reincorpora de nuevo a la Universidad de Copenhague en 1814.
En el contexto de un curso lectivo en el año de 1819-20, sobre el tema de la electricidad, el galvanismo y el magnetismo, realiza su fundamental experiencia que relaciona las fuerzas eléctricas y magnéticas. El experimento se realiza en abril de 1820 y se publica en junio en un breve texto latino, publicado y distribuido privadamente hacia julio del mismo año, Experimenta circa effectum conflictus electrici in acum magneticam. Esta experiencia y sus implicaciones se difunde por toda Europa con enorme velocidad y se hace presente en las principales sociedades científicas.
La Real Sociedad de Londres le confiere la prestigiosa Medalla Copley en ese mismo año de 1820.
Como químico se le reconoce como un pionero en el estudio del aluminio dadas sus experiencias y publicación de 1825. Pero el método y la publicación posterior de Friedrich Wöhler (1800-1882), químico alemán, en 1827, a pesar de referir a la de Oersted, ha quedado como la definitiva evidencia de la prioridad de Wöhler. La síntesis de la úrea y el aislamiento del berilio y el aluminio metálico son tres de sus más significativos aportes.
Con gran reconocimiento mundial y nacional por su descubrimiento de la relación entre el magnetismo y la electricidad, Oersted muere en Copenhahue el 9 de marzo de 1851. Su funeral fue enorme dado el cariiño y reconocimiento de los habitantes de la ciudad y de la Universidad de Copenhague.